lunes, 11 de agosto de 2008

LETRA MADRE DEL REDENTOR.

MADRE DEL REDENTOR.

Recibe Santa María, el saludo de Gabriel,
RECIBE SANTA MARIA, EL SALUDO DE GABRIEL.
Y apiádate de nosotros, peregrinos de la fe,
Y APIADATE DE NOSOTROS, PEREGRINOS DE LA FE.

1. Madre del Redentor, Virgen fecunda
que eres puerta de Dios,
faro en el mar,
ven a librar al pueblo que tropieza
y quiere caminar,
VEN A LIBRAR AL PUEBLO QUE TROPIEZA
Y QUIERE CAMINAR.

2. Virgen llena de Dios, madre admirable
que engendraste en tu seno
al Creador.
Tú que el dolor conoces ten clemencia
del pobre pecador,
TU QUE EL DOLOR CONOCES TEN CLEMENCIA
DEL POBRE PECADOR.

MADRE DE LOS JOVENES.

1. Madre óyeme,
mi plegaria es un grito en la noche.
Madre mírame,
en la noche de mi juventud.
Madre sálvame,
mil peligros acechan mi vida.
Madre lléname,
de esperanza, de amor y de fe.
Madre guíame,
en las sombras no encuentro el camino.
Madre llévame,
que a tu lado feliz cantaré.
La, la, la... (bis)

2. Madre, una flor;
una flor con espinas es bella.
Madre, un amor;
un amor que ha empezado a nacer.
Madre, sonreír;
sonreír aunque llore en el alma.
Madre, construir;
caminar aunque vuelva a caer.
Madre, sólo soy
el anhelo y la carne que luchan.
Madre, tuyo soy,
en tus manos me vengo a poner.
La, la, la... (bis)
MADRE DE NUESTRA ALEGRIA.

MARIA, TU QUE VELAS JUNTO A MI
Y VES EL FUEGO DE MI INQUIETUD.
MARIA, MADRE, ENSEÑAME A VIVIR
CON RITMO ALEGRE DE JUVENTUD. (bis)

1. Ven, Señora, a nuestra soledad,
ven a nuestro corazón,
a tantas esperanzas que se han muerto,
a nuestro caminar sin ilusión.
Ven y danos la alegría
que nace de la fe y del amor,
el gozo de las almas que confían
en medio del esfuerzo y del dolor.

2. Ven y danos tu esperanza
para sonreír en la aflicción,
la mano que del suelo nos levanta,
la gracia de la paz en el perdón.
Ven y danos confianza,
sonrisa que en tu pena floreció,
sabiendo que en la duda y las tormentas
jamás nos abandona nuestro Dios.
MADRE DE LOS POBRES.

MADRE DE LOS POBRES,
LOS HUMILDES Y SENCILLOS,
DE LOS TRISTES Y LOS NIÑOS
QUE CONFIAN SIEMPRE EN DIOS.

1. Tú la más pobre
porque nada ambicionaste.
Tú perseguida
vas huyendo de Belén.
Tú que un pesebre
ofreciste al Rey del cielo.
Toda tu riqueza fue tenerle sólo a El.

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