sábado, 9 de agosto de 2008

musica cristiana BENEDICTUS letra

BENEDICTUS (Damian).

- Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo
suscitándonos una fuerza de salvación
en la Casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas.

- Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian,
realizando la misericordia
que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

- Para concedernos que libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos
le sirvamos con santidad y justicia
en su presencia todos nuestros días.

- Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo
la salvación, el perdón de sus pecados.

- Por la entrañable misericordia de nuestro Dios
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombras de muerte para guiar
nuestros pasos por el camino de paz.

- Gloria al padre, gloria al Hijo y gloria al Espíritu Santo
como era en un principio, ahora y siempre.
Por los siglos de los siglos. Amén.
BENEDICTUS (Carlos).

- Bendito sea el Señor, el Dios de Israel,
porque ha visitado
y redimido a su pueblo
suscitándonos una fuerza de salvación,
como había sido anunciado
por medio de sus profetas.

- El es la salvación que nos libra de los enemigos,
y también de la mano
de todos los que nos odian
realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres
y la santa Alianza
que pactó con nuestro padre Abraham.

- Para concedernos, que libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos, con santidad y justicia,
en su presencia todos nuestros días.

- Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque iras delante de El
allanando su camino,
anunciando a su pueblo la salvación
el perdón de sus pecados.

- Por la entrañable misericordia de nuestro Dios
nos visitará el sol
que nace de lo alto
para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombras de muerte
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

- Gloria al Padre y gloria al Hijo
y gloria al santo Espíritu,
como era en el principio, ahora y por siempre
por los siglos de los siglos, a-a-amén
por los siglos de los siglos, a-a-a-amén
BENEDICTUS (Gustavo).

1. Bendito sea el Señor,
el Señor, Dios de Israel.
porque nos ha redimido,
¡la gloria por siempre a El!
Suscitándonos la fuerza
para nuestra salvación,
en la Casa de David
como antaño prometió.
Nos salva del enemigo,
del odio y de la opresión.

BENDITO SEA NUESTRO DIOS
QUE EN SU ALIANZA NOS SALVO,
Y EL JURAMENTO QUE JURO
A NUESTRO PADRE ABRAHAM
LO CUMPLE EN SUS HIJOS HOY
EN PLENITUD.

2. Por su gran misericordia
de todo temor libera,
para vivir en justicia
delante de su presencia.

Tú, niño, serás llamado
del Altísimo profeta,
prepararás los caminos
para este pueblo que espera.
Y anunciarás a los hombres
que hay una esperanza nueva.

3. Nos visitará radiante
el sol que nace de los alto,
derribará las tinieblas
y guiará nuestro pasos.
Ya no habrá sombras de muerte,
ya no habrá duelos ni llantos:
el camino de la paz
construirán nuestras manos.
Gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo.

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